Mariana de Oliveria

Gracias por enseñarme, motivarme y ayudarme a superar mis límites, especialmente en saltar la cuerda jajaja. Que la alegría te acompañe en todo momento y que Dios te siga guiando en cada paso e iluminando cada vez más tus pensamientos.

Haz que tu simpatía pueda contagiar aún a más personas, porque eres una persona de gran brillantez y humanidad, merecen tu luz para ser compartida. Te agradezco sinceramente todo lo que has hecho por mí.