Como ya te hemos contado, nuestros pilares de la nutrición se centran en la salud, sostenibilidad y conciencia, de manera que estamos convencidos de que una alimentación basada mayoritariamente en alimentos de origen vegetal contribuye a potenciar la salud, el cuidado del medio ambiente y el bienestar personal.
Pero ¿en qué cantidades necesitamos comer alimentos basados en plantas para obtener los beneficios nutricionales?
En realidad, cada persona es diferente, pero si pudiéramos generalizar, me atrevería a decir que el 100% de nuestra dieta podría estar basada en alimentos de origen vegetal, y las cantidades de cada grupo de alimento deben ajustarse a las necesidades de cada persona (según edad, desarrollo o estado fisiológico y actividades cotidianas). Pero ¿queremos comer 100% alimentos vegetales? La verdad es que la mayoría de mis pacientes por un tema cultural, de costumbres y gustos, prefieren comer algún alimento de origen animal, sean lácteos, huevos, miel, carnes o pescados.
¿Entonces, qué hacemos en BAHN si no todos quieren comer 100% basado en plantas?
Intentamos que las personas lleguen a su máximo de consumo de alimentos vegetales por sobre los animales, que, por ejemplo, reemplacen los lácteos por el sésamo, las almendras y aumenten el consumo de garbanzos, espinacas, brócoli, en lugar de productos veganos ultraprocesados, ¿por qué? porque muchos concentran altas cantidades de grasas y sodio para potenciar el sabor y, por ende, dejan de ser alimentos saludables.
En lugar de acostumbrarnos a lo que la industria alimentaria promueve, es más eficiente adaptar nuestro paladar a lo que la naturaleza nos ofrece. Al principio cuesta y sí, tal vez jamás podrías imaginar que estás comiendo un bol de vegetales con semillas y legumbres, o un que en lugar de 2 huevos revueltos diarios ahora ese consumo es más ocasional los fines de semana.
Es que para mí se trata de hacer lo que más puedas dentro de tus posibilidades, valga la redundancia, pero me refiero a que la idea es pasarlo bien comiendo también, ¿o no? que la comida sea un disfrute y podamos identificar lo que comemos con nuestros valores y motivaciones personales.
Entonces ¿cómo cambio mi alimentación hacia la salud, sostenibilidad y consciencia? Te sugiero que aprendas de nutrición, entiendas qué alimentos te inflaman o dañan tus células, tu intestino, corazón, cerebro, etc y en qué cantidades y frecuencias puedo consumir ciertas sustancias nutritivas o no nutritivas para reducir los riesgos de enfermar o de generar aquellas respuestas que entorpecen el buen funcionamiento de tu organismo.