Lo que el cerebro le dice a tu intestino y viceversa

Gisela González Mellado

Gisela González Mellado

Decidí escribir este artículo porque me parece sumamente interesante la relación entre el cerebro-intestino y los efectos que la alimentación puede generar en su comunicación. Pienso que a muchas personas les gustaría aprender a potenciar la función de su intestino, ya que, a partir de ello, podrían obtener grandes beneficios en su salud, estado de ánimo y se sentirían bastante mejor consigo mismas. Intentaré no extenderme mucho, pero les confieso que este tema da para hablar por horas.

Comenzaremos con lo más básico:

¿Qué es nuestro aparato digestivo y la microbiota?

Nuestro aparato digestivo está constituido por la boca, el esófago, el estómago, el hígado, la vesícula biliar, el páncreas, el intestino delgado, el intestino grueso y el ano. Las estructuras orofaríngeas, el estómago e intestino delgado y grueso están poblados por diferentes organismos vivos que hoy llamamos microbiota, siendo el intestino grueso el órgano que concentra la mayor cantidad y variedad de microorganismos (bacterias, hongos, arqueas y protozoos) que llegan a igualar el número de células de nuestro cuerpo. Cabe destacar, que la microbiota también se encuentra en la piel y otros conductos y cavidades como la vagina y las glándulas mamarias.

La comunidad microbiana se encuentra en diferentes concentraciones en nuestro cuerpo y varía de especie según el área en que habita y, por supuesto, de cada persona. Esto quiere decir que la comunidad de microorganismos depende principalmente de nuestra genética (genotipo), del tipo de nacimiento (normal/cesárea), de la alimentación que recibimos durante nuestros primeros dos años de vida (lactancia materna o con fórmulas lácteas, la cantidad y el tipo de alimentos), del entorno en el que vivimos (rural, urbano) y también si recibimos algún tratamiento con antibióticos.

Nuestra microbiota comienza a madurar con el consumo de alimentos, de manera que cuando tenemos una dieta similar a la de un adulto ésta ya se encuentra madura y compensada, lo que ocurre más o menos a los 2 años de vida.

¿Qué hace la microbiota intestinal en el cuerpo?

Los microorganismos que conforman la microbiota intestinal, se caracterizan por resistir a los cambios que provienen del exterior para hacer frente a agentes extraños o patógenos que podrían provocar caos en nuestro cuerpo, a esto lo llamamos homeostasis intestinal.

En términos generales, la microbiota está a cargo de fortalecer nuestro sistema inmune, también nos ayuda a digerir los alimentos y a aprovechar aquellos nutrientes no digeribles (principalmente la fibra dietética), y nos suministra nutrientes esenciales como vitaminas y algunos aminoácidos.

Cuando las sustancias no digeribles llegan a nuestro intestino grueso, las bacterias las utilizan como alimento (prebiótico) para obtener energía y, a partir de ello, liberan ciertas sustancias que generan beneficios en nuestro organismo. Por ejemplo, se inhibe el crecimiento de agentes patógenos, también gracias a estas sustancias liberadas se produce un aumento de la presión de agua en el intestino, se generan gases y un aumento del volumen de las heces, todo esto estimula el movimiento de nuestro intestino (peristaltismo) para que podamos evacuar tranquilos la conocida caca.

Es importante saber que nuestra microbiota se modificará en especies y cantidades según las interacciones entre nuestro medio interno y externo, actuando en ciertas circunstancias como patógenos que dan lugar a infecciones en nuestro cuerpo, o bien, se potencian sus funciones protectoras y combaten a los organismos que nos están haciendo daño. Esto dependen en gran parte de la permeabilidad que exista en la mucosa de nuestro intestino.

¿Cómo se comunica nuestro intestino con el cerebro?

Sabemos que el cerebro envía órdenes al resto del cuerpo a través de la médula espinal, y a su vez, el cuerpo le entrega información al cerebro de las cosas nuevas que están ocurriendo. La comunicación entre el cerebro y nuestro intestino es bidireccional y dinámica, de manera que nuestros pensamientos pueden afectar a nuestro sistema digestivo y viceversa. Esto ocurre porque nuestro intestino posee abundantes terminaciones neurológicas que se comunican con el cerebro a través de dos caminos: el sistema nervioso entérico y del nervio vago. Además, nuestro sistema nervioso entérico es altamente autónomo y posee los mismos neurotransmisores que se encuentran presentes en el sistema nervioso central. Por eso, se ha postulado que nuestro intestino es como un segundo cerebro, incluso algunos autores creen que podría ser el primero.

¿Sabías que aproximadamente el 60% de la información que llega de nuestro medio interno al cerebro proviene del intestino?

¿Qué nos dicen algunos estudios de la relación eje intestino-cerebro?

La contaminación ambiental afecta el eje intestino-cerebro,  de manera que la interacción entre el medio externo e interno va a generar mayor o menor susceptibilidad a cambios en nuestro estado de ánimo, conducta alimentaria, memoria, aprendizaje, desórdenes neurológicos y en nuestro comportamiento social.

Lo anterior se explica en gran parte porque las bacterias intestinales fabrican entre el 80 a 90% de la serotonina, conocida como la hormona de la felicidad, y el 50% de la dopamina que está relacionada a la función mental, la respuesta emocional y física. Estas sustancias, conocidas como neurotransmisores permiten a las células del cerebro comunicarse entre sí.

Para terminar

Me gustaría decir que actualmente los estudios en microbiota humana están creciendo enormemente, esto se debe a que cada vez aprendemos más de su diversidad y funciones, lo que podría abrir nuevos caminos hacia la prevención y el tratamiento de enfermedades infecciosas, autoinmunes y metabólicas.

Sin embargo, no debemos apresurarnos y ser responsables al momento de prescribir dietoterapias y tratamientos con prebióticos y probióticos, ya que como explicamos en este artículo, la variedad de microorganismos que abundan en nuestro cuerpo no son del todo conocidas.

Para terminar, me gustaría mencionar una frase que dijo uno de mis profesores de microbiología de la U y que siempre quedó en mi cabeza: “el futuro está en los microorganismos, ellos van a dominar el mundo”.

Fuentes:

  • SUAREZ, J.E.. Microbiota autóctona, probióticos y prebióticos. Hosp.,  Madrid ,  v. 28, supl. 1, p. 38-41,  enero  2013 . Disponible en Microbiota auctóctona, probióticos y prebióticos. accedido en  30  marzo  2023.
  • Consenso sobre la microbiota y el uso de probióticos/prebióticos en patologías neurológicas y psiquiátricas, 2021.
  • Krause Dietoterapia 13° edición.
  • https://www.gutmicrobiotaforhealth.com/
  • La digestión es la cuestión, Giula Enders.
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