El efecto integrado de la nutrición en la obesidad es una pieza central para combatirla. Comprender que los cambios reales generados por sustancias y nutrientes frente a estados inflamatorios, dolencias o desequilibrios biológicos, debe tomarse en serio. Podemos controlar la causa y ello está justo al final de nuestro tenedor.
(Campbell C.) Hacernos cargo de preparar nuestros alimentos es un instinto de supervivencia que se ha ido perdiendo con la inmediatez y comodidad constante a la cual nos estamos “mal adaptando”.
Los modelos alimentarios se van construyendo según el contexto social y ambiental en el que nos encontramos, es una búsqueda muy dinámica.
El desafío está en poder aplicar distintas cargas alimentarias como ejercicio de nuestra propia experimentación, intentarlo nos entregará diferentes sensaciones interesantes de analizar con detención.